Querido tú:
Voy a sincerarme.
Que quiero y no puedo. Que esto ya está mirando su fin. ¿No lo ves? Cada vez más. Que ahora me parece una tontería.
Estoy jugando, bueno estás jugando con dos corazones. Mírame. Ya estoy harta. Un día bien, otro mal y así sucesivamente.
Que nunca debí aceptar tal trato. ¿Que me quieres? Si tanto me quieres, ¿por qué narices no estás aquí conmigo? Porque quieres más de lo que aspiras. Está ella. Parece que te quiere, aunque comparado conmigo te odia más que nadie. Me llega hasta tener envidia y su personalidad cada vez desaparece más. Que hace tiempo que quiero acabar con esto, pero siempre que lo intento apareces con el puto sentimentalismo, sí ese que tanto me puede, me gana cualquier partida sin ni siquiera comenzarla. ¿Por qué cuando yo estoy dejándome el alma en intentar poner esto a su fin, vienes con esa palabrería que alguien te dio como lección?
Pero ya.
Esto ya tiene su fin. Que aquí te quedas. Mira
olvidame, olvida mis palabras, mis besos, mis caricias, todo. Es más si me ves haz como si nunca hubiera existido,
bórralo todo. Que a pesar de que te quiero, de que me importas ya nada se puede hacer. Búscate a otra. Otra más guapa, más delgada, más alta, lo que tu quieras. Que te aguante, que te cuide mejor que yo y que pueda soportar todo esto, bueno no creo que soporte tanto tiempo, lo siento no encontrarás otra como yo.
Con cariño y demasiado amor, la niña más estúpida, imbécil, tonta, que te quiere más de lo que crees.